Primer intento de llegar a la Antártida - 2022 - parte II
28-11-2022 - lunes
Está noche he podido dormir mejor, mi cuerpo se va acostumbrando al movimiento del barco, estamos llegando a las islas Georgias del Sur, la primera impresión que tengo al verlas es que su fisonomía es muy parecida a otras islas que he visitado, Islandia y sobre todo las islas Svalbard en el Océano Ártico, acantilados suaves y oscuros muy verdes donde crece la hierba, destacan grandes cumbres nevadas y glaciares que desembocan en el Océano.
Algunas documentaciones sugieren que Américo Vespucio pudo haber avistado las costas septentrionales de este archipiélago ya en el siglo XVI. Las fuentes británicas indican al comerciante Anthony de la Roché, inglés de nacimiento (aunque otras fuentes lo documentan español con el nombre de Antonio de La Roca), como el primero en avistar la isla en abril de 1675, versión que es refutada por las fuentes argentinas. La isla apareció como "isla Roché" en viejos mapas, pero el primer registro fidedignamente documentado de avisaje de las islas data del 29 de junio de 1756, por parte de la tripulación del navío español León, capitaneado por Gregorio Jerez, que las bautizó como islas San Pedro, ya que el descubrimiento se realizó en el día dedicado a ese santo. El navío León navegaba entonces desde Valparaíso a Buenos Aires.
El capitán James Cook efectuó el primer desembarco conocido en la isla San Pedro el 17 de enero de 1775, cuando la nombró isla Georgia, en honor al Rey Jorge III y la reclamó para Su Majestad Británica.
Durante el siglo XIX fue una base de caza de focas y en el siglo siguiente el centro para la industria de la caza de ballenas del océano Atlántico Sur.
La caza de ballenas comenzó en 1904, cuando la Compañía Argentina de Pesca (una compañía cuya sede central se hallaba en la ciudad de Buenos Aires) estableció la primera estación antártica de caza de ballenas en Grytviken, esto también marcó el principio de la ocupación permanente de la isla San Pedro, que antes de esa fecha se encontraba deshabitada. Finalmente seis estaciones de costa se construyeron en ella. Grytviken es la primera y la que más tiempo permaneció activa, operando hasta 1965. Puerto Leith operó desde 1909 hasta 1933 y otra vez durante la Segunda Guerra Mundial, cerró en 1964.
Actualmente las islas Georgias del Sur constituyen un archipiélago del conjunto denominado Antillas del Sur ubicado en el océano Atlántico Sur. Este territorio subantártico se encuentra bajo administración del Reino Unido, que en 1985 lo "agrupó" con las islas Sandwich del Sur para formar el territorio británico de ultramar de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Son reclamadas por la República Argentina como parte integral de su territorio, agrupándolas en el departamento Islas del Atlántico Sur de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
La guerra de las Malvinas estuvo presente también en las Georgias del Sur en 1982.
El 25 de marzo el transporte antártico ARA Bahía Paraíso (B-1) de la Armada Argentina arribó a la isla de Amberes/Anvers, llegando a Puerto Leith. El 3 de abril, el B-1 y la corbeta misilística ARA Guerrico (P-2), con apoyo de helicópteros desembarcaron a 200 soldados argentinos en Punta Coronel Zelaya/King Edward Point, el cual era defendido por 22 soldados de la Marina Real Británica, después de dos horas de combate las tropas argentinas capturaron el lugar, haciendo prisioneros a los marines y a los científicos. La operación arrojó tres soldados argentinos fallecidos y un helicóptero SA 330 Puma derribado.
Londres envió seis naves de la Marina Real, incluyendo el submarino nuclear HMS Conqueror para reconocimiento. Esta fuerza llegó a Punta Coronel Zelaya/King Edward Point el 25 de abril y al puesto militar de Bahía Leith el día después. El submarino argentino ARA Santa Fe (S-21), fue atacado y averiado, ya sin valor militar fue hundido por su tripulación y 185 marinos argentinos fueron tomados prisioneros.
Durante la Guerra de las Malvinas, las fuerzas navales británicas utilizaron Georgia del Sur como base.
A finales del año 2000 los quince militares británicos que quedaban en Punta Coronel Zelaya/King Edward Point fueron retirados.
Como no hay habitantes nativos, la actividad económica en las islas Georgias del Sur es limitada. El territorio tiene unos ingresos de 300.000 dólares por unos gastos de cerca de 500.000 dólares. Las principales fuentes de ingreso en el territorio incluyen la pesca, turismo y venta de sellos postales.
En febrero de 2012, el gobierno colonial británico de las Georgias del Sur y Sandwich del Sur anunció el establecimiento de una zona de protección marina de más de un millón de kilómetros cuadrados en las aguas que rodean las islas. Incluye 20.000 km² en los que la pesca está totalmente prohibida, para proteger la rica biodiversidad de los archipiélagos y el hábitat natural de varias especies amenazadas.
La información de las islas Georgias del Sur la he recopilado y reeditado como la anterior de las islas Falkland o Malvinas, Wikipedia.
Desayunando Eduardo me comenta que hay algún cambio de planes, soplan vientos de más de 40 nudos que hacen imposible que el barco se acerque cerca de una bahía donde las zodiacs puedan aproximarnos y desembarcar.
Los guías planifican una excursión en zodiac, sin desembarcar por una pequeña bahía donde está la antigua estación ballenera abandonada de Prince Olav, el trayecto es durillo ya que una molesta y fina lluvia obstaculiza que pueda fotografiar con comodidad la gran cantidad de Leones Marinos que se divisan en las orillas, durante la navegación no paran de salir y sumergirse alrededor de la zodiac Leones Marinos que nos miran curiosos igual que nosotros a ellos.
La estación ballenera consta de varios edificios grandes y alrededor de ellos varias casas utilizadas en su momento como viviendas, todo se encuentra en muy mal estado por lo que las autoridades de las islas han prohibido el desembarco de turistas, cerca del puerto se encuentra embarrancado un barco, su nombre es Brutus y fue varado deliberadamente en el puerto como estación de abastecimiento de combustible, pesaba 1.700 toneladas y fue remolcado desde Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
El primer contacto con las islas ha estado bien, pero necesito pisar tierra firme, fotografiar desde la zodiac es difícil, su movimiento hace muy complicado enfocar con poca luz y hacer fotos nítidas con un teleobjetivo, ya que por la tranquilidad de los animales hay que mantener una prudente distancia.
Tras la comida aprovecho el tiempo libre para ir ordenado las fotografías que he sacado por la mañana, poco puedo aprovechar. El tiempo sigue igual, fuertes rachas de viento y una pertinaz lluvia fina, de repente suena por la megafonía del barco, nos comunican que nos preparemos ya que ha amainado el viento y bajaremos a tierra, el desembarco es rápido, todos tenemos ganas de pisar tierra firme, las expectativas no defraudan, nada más pisar la arena de la playa nos vemos rodeados de Pingüinos Rey y Leones Marinos.
Es una gozada, los animales no se asustan, más bien alguno se acerca curioso a observar. Con los Leones Marinos hay que ir con más cuidado, son muy territoriales y si te acercas demasiado alguno gruñe y hace algún gesto amenazador, no suele pasar de ahí, un remedio eficaz para ahuyentarlos en caso de ponerse más agresivos es coger un par de piedras y hacer ruido con ellas, o bien levantar los brazos agitándolos y haciendo palmas, yo personalmente tuve que correr un poco, ya que uno inicio una breve carrera hacía mí.
El tiempo vuela, disfruto paseando entre las mamas y sus crías, los Pingüinos Rey me deleitan con escenas cariñosas entre las parejas, la pingüinera esta rebosante de jóvenes, son inconfundibles con su abultado abrigo de pelo marrón que llevan.
La visita es corta pero muy satisfactoria, me vuelvo al barco con más de 400 fotos, más tarde en la pizarra del barco donde van anotando las visitas escriben el lugar que hemos visitado, se llama Salisbury Plain.
29-11-2022 - martes
Hoy toca madrugar, diana a las 4,15 am, desayuno 4,30 am. y embarque en las zodiacs 5,15 am.
La excursión matutina es a St. Andrew’s Bay, una pingüinera con más de 300.000 parejas, la mañana promete ya que la visitada ayer era de 80.000 y fue impresionante.
El océano está en calma, no hay aire y esta algo nublado, no ha amanecido todavía, creo que la idea de los guías
es verlo en la playa rodeado de Pingüinos Rey y que el color dorado de parte de su piel brille con el Sol.
El trayecto en la zodiac es fácil, la playa esta “congestionada” de animales, los guías han creado un pequeño espacio con varios bidones de suministros y palos para poder desembarcar, también han marcado un camino con palos altos para que podamos acercarnos a la pingüinera respetando al máximo los senderos usados por los pingüinos.
Piso tierra con rapidez y me quito el salvavidas apresuradamente, estoy ansioso de pasear entre la fauna local, hay infinidad de Pingüinos Rey y Elefantes Marinos, los adultos impresionan por su tamaño, son enormes y ni se inmutan con mi presencia, no me hace falta ningún teleobjetivo, lógicamente hay que mantener una prudente distancia pero su cercanía me posibilita fotografiarlos sin ningún problema, paso un tiempo entre ellos y otras especies, entre ellas Leones Marinos, Pingüinos Gentoo, Alcatraces y Caranchos, pequeñas rapaces que buscan cualquier oportunidad para robar algún huevo o pequeñas crías de los pingüinos.
Dejo enfriar el disparador de mi cámara y cojo el sendero para dirigirme al núcleo de la pingüinera, hay que ir con mucho cuidado, el camino está lleno de pequeñas lagunas y la hierba que la rodea impide ver con claridad lo que pisas, muchas veces las grandes y oscuras piedras que jalonan el sendero se confunden con Elefantes Marinos durmiendo.
El camino es fácil, hace subida pero no presenta problemas, tengo que vadear un pequeño riachuelo, las botas que llevo más un largo palo que me dejan los guías facilitan el trabajo. El sendero señalizado acaba en un pequeño promontorio, el esfuerzo ha valido la pena, abajo se puede ver el grueso de la colonia de pingüinos, hay miles y su visión se pierde en la lejanía, hay muchas crías, son inconfundibles por su pelaje muy grueso y de color marrón, gran cantidad de ellas están en proceso de cambio, el abrigo marrón se les está desprendiendo y deja ver lo que será su imagen definitiva, permanezco un rato por la zona captando imágenes, los palos que han colocado los guías sirven para delimitar los límites permitidos y que no debemos sobrepasar para que la colonia de Pingüinos no se altere.
Inicio el regreso a la playa por otra ruta, quiero acercarme a la orilla para disfrutar de la visión de los Pingüinos entrando y saliendo del agua, por el camino voy tropezando con Elefantes Marinos que miden sus fuerzas golpeándose fuertemente con el pecho, ninguna disputa pasa de escarceos y tras chocar sus dorsos fuertemente se tranquilizan y se separan, los Pingüinos Rey también tienen sus peleas, son curiosas, se golpean con las aletas y se dan algún picotazo, pero tampoco veo ninguna que pase a mayores.
En la orilla los Pingüinos son un espectáculo, su peculiar forma de entrar y salir del agua y la gran cantidad de ellos haciéndolo simultáneamente me permite fotografiarlos y grabar varios videos.
El tiempo pasa rápido, las horas han pasado volando y tenemos que regresar al barco, me vuelvo muy satisfecho, he disfrutado de la cercanía de estos curiosos animales hasta la saciedad y la experiencia de estar mezclado y a pocos pasos de los Elefantes Marinos es muy difícil de explicar, hay que vivirlo personalmente.
Ya en el barco y tras comer nos explican la excursión prevista para la tarde, se trata de una pequeña bahía de nombre Gold Harbour para hacer una pequeña caminata y ver el paisaje.
El tiempo en estas latitudes es muy variable y cambia drásticamente en pocas horas, al llegar al destino una persistente y fina lluvia nos espera, esta gris y el agua esta agitada, esta combinación no hace apetecible la excursión, preveo que no podre hacer buenas fotos y prefiero no mojar la cámara por si acaso, me quedo en el barco y aprovecho que mi compañero de camarote si ha bajado a tierra para ducharme tranquilamente y preparar una bolsa con la ropa sucia para la lavandería.
Tras el regreso del pasaje que ha realizado la excursión el barco se pone en movimiento para llevarnos a Hércules Bay donde efectuaremos una visita mañana. Durante el trayecto se activa la megafonía del barco avisando el avistamiento de Ballenas Jorobadas, salgo apresuradamente al exterior y veo cerca de mí tres esplendidos cetáceos navegando en paralelo con nosotros, sus movimientos imprevistos hacen algo complicado fotografiarlos, pero al fin logro hacer 10 o 12 fotos aceptables.
Esta tarde en unos de los habituales briefings me han presentado a una mujer estadunidense que habla bastante bien el castellano y hemos quedado para cenar mañana con sus amigos, un grupo de jubilados de su misma nacionalidad.
30-11-2022 - miércoles
Empiezo a dormir más horas seguidas, hemos tenido una noche de navegación movida pero no me enterado.
Ha amanecido un día esplendido, cielo azul, sol primaveral y poco viento, nos estamos acercando a la costa y poco a poco vamos viendo la zona donde el barco nos lleva, es una pequeña bahía con acantilados altos y alguna cascada más una pequeña playa habitada Por Pingüinos y Leones Marinos. No pisaremos tierra, el espacio es muy pequeño y no podemos molestar la fauna que hay, la visita la haremos con las zodiacs navegando cerca de los acantilados, se establecen dos turnos de navegación y a mí me corresponde el primero.
Las rocas están habitadas por Pingüinos Macaroni, una especie muy parecida a los Pingüinos Rockhopper que vimos en las Malvinas, fotografiarlos desde las zodiacs en movimiento es difícil, yo voy disparando con la cámara y ya veremos al final del día cuando repase el trabajo en el ordenador, también hemos visto Leones Marinos y Cormoranes.
Esta tarde la excursión programada promete, vamos a visitar Grytviken.
Grytviken es parte del archipiélago de las Georgias del Sur, considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un territorio en litigio de soberanía entre el Reino Unido, que lo administra como parte de un territorio británico de ultramar y la República Argentina, que reclama su devolución, y lo incluye en el departamento Islas del Atlántico Sur de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Fue centro de la industria ballenera del océano Atlántico Sur durante los años 1904-1965, siendo el asentamiento más importante de las islas y la única estación ballenera que funcionó sin interrupción pese a las dos Guerras Mundiales., también fue refugio de expediciones científicas a la Antártida.
Muchos balleneros o trabajadores de las factorías vivieron en aquí con sus familias, incluyendo niños, llegando a registrarse nacimientos. Alrededor de 300 hombres trabajaron en la estación durante su apogeo, que operaba durante el verano austral, de octubre a marzo. Unos pocos permanecían durante el invierno para mantener los barcos y la fábrica.
En 1960 la Compañía Argentina de Pesca cesó sus operaciones en las islas, vendiendo Grytviken a Albion Star (South Georgia) Ltd. con sede en las islas Falkland o Malvinas, que la operó hasta 1962, arrendándola después a una compañía japonesa, hasta cerrar definitivamente el 4 de diciembre de 1964, ya que la población de ballenas se había reducido drásticamente durante los sesenta años de explotación de la estación, haciendo inviable su mantenimiento, tras esto las instalaciones entraron en graves condiciones de deterioro. El único sitio de la estación y sus alrededores que permaneció habitado fue King Edward Point/Punta Coronel Zelaya.
En los últimos años la estación ballenera abandonada y tras décadas de deterioro, empeorado por el clima de la isla, ha sido limpiada de basura y residuos (petróleo, asbesto y otras sustancias químicas). Una serie de edificios han sido restaurados por el gobierno británico de las Georgia del Sur para fines turísticos.
A finales de 2013 y principios de 2014, se inició la reconstrucción de un edificio de tres pisos llamado Nybrakka, que se trataba de un antiguo cuartel ballenero, parte de la vieja estructura fue reacondicionada y reemplazada, será utilizada en el futuro como refugio de emergencia y almacenamiento.
El Museo de Georgia del Sur, que ocupa la antigua casa del administrador de la estación ballenera, fue establecido en 1991, ocupándose su personal también de conservar la iglesia luterana noruega y el cementerio, también funciona una oficina de correos y una tienda de recuerdos.
La iglesia de la estación es el único edificio que conserva su propósito original y todavía realiza varios servicios a los turistas tras su restauración por los responsables del museo con la ayuda de voluntarios entre 1996 y 1998.
Grytviken actualmente no tiene residentes permanentes. De octubre a marzo es habilitado el Museo de Georgia del Sur, cuyo personal (de 5 a 9 personas) reside en la base del British Antarctic Survey ubicada en King Edward Point/Punta Coronel Zelaya, que es considerada como parte de Grytviken y se conecta con un camino costero de un kilómetro.
Unos 4.000 turistas provenientes de cruceros que viajan a la Antártida, yates privados, buques militares y de investigación visitan cada año la estación ballenera abandonada, recorriendo principalmente la iglesia noruega, el museo (que solo abre durante el verano austral) y la tumba de Ernest Shackleton.
Junto a la zona de los alrededores, la antigua estación ballenera ha sido declarada Zona de Interés Turístico Especial por el gobierno británico.
Previo al desembarco suben al barco las autoridades locales y proceden a hacernos un exhaustivo examen de nuestra ropa, botas y mochilas o bolsas que vamos a usar en tierra, la concienzuda limpieza que hemos realizado los días anteriores espero que de resultado, los inspectores han tenido especial atención en los velcros de nuestra ropa y mochilas como ya nos habían avisado anteriormente, yo personalmente paso sin problemas la inspección, pero veo que algún compañero tiene problemas con la mochila.
Los guías establecen el punto de desembarco cerca del pequeño cementerio del pueblo, lo primero que haremos será visitar la tumba de Shackleton y brindar delante de su tumba con un whisky que lleva su nombre.
Grytviken está estrechamente relacionada con el explorador anglo-irlandés Ernest Henry Shackleton.
La expedición más famosa de Shackleton partió de Londres el 1 de agosto de 1914, haciendo escala, entre otras paradas, en Grytviken, para llegar al Mar de Weddell el 10 de enero de 1915, donde su barco, el Endurance, quedó atrapado por hielo. El buque se quebró por la presión del hielo el 27 de octubre de 1915, para finalmente hundirse el 21 de noviembre del mismo año. Los 28 miembros de la tripulación lograron escapar de la banquisa tras un agónico viaje hasta la isla Elefante con tres pequeños botes salvavidas que lograron rescatar antes de que el Endurance se fuera a pique. Todos ellos sobrevivieron después de que Shackleton y otros cinco hombres lograran llegar a la costa sur de Georgia del Sur en una épica travesía de 1300 kilómetros en un bote abierto. Llegaron a la bahía Rey Haakon desde donde cruzaron la isla por montañas y glaciares hasta la estación ballenera de Stromness, en la costa noreste. Ya desde Grytviken, Shackleton organizó una operación de rescate para socorrer a los hombres restantes.
En 1921 Shackleton zarpó en la que sería su última expedición a la Antártida. Atracaron en el puerto de Grytviken durante un mes a la espera de que las condiciones meteorológicas fuesen favorables para partir. La noche del 5 de enero de 1922 Shackleton sufrió un ataque cardíaco y falleció. Leonard Hussey, veterano de la Expedición Transantárica, se ofreció para acompañar el cuerpo de vuelta al Reino Unido, pero mientras estaba en Montevideo recibió un telegrama de Emily Shackleton, esposa de Shackleton en que esta pedía que su marido fuera enterrado en Georgia del Sur. Hussey regresó a la isla con el cuerpo del explorador a bordo del vapor Woodville y el 5 de marzo de 1922 sir Ernest Shackleton fue inhumado en el cementerio de Grytviken tras un breve funeral en la iglesia luterana noruega local. Actualmente descansa junto a otros balleneros que murieron en la isla. La lápida de granito fue erigida en 1928.
Disfruto mucho con la visita, el camino está lleno de Elefantes y Leones Marinos tumbados entre los restos de la estación ballenera, las instalaciones oxidadas son muy fotogénicas y me permiten disfrutar fotografiándolas, visito la pequeña iglesia local, es de madera y se encuentra en muy buen estado. El museo es muy pequeño, conservan recuerdos de las expediciones balleneras y fotografías de la época, la estafeta de Correos tiene una pequeña tienda donde puedo comprar algún recuerdo de mi paso por las islas. Efectuadas las compras sigo mi paseo por la zona, disponemos de bastante tiempo libre y lo aprovecho para captar todas las imágenes que me gustan, para hacerlo de vez en cuando me arrodillo para hacer tomas más cercanas de los Leones Marinos que están a mi alrededor, en uno de esas posturas se me acerca un policía local y me aconseja que no lo haga ya que está prohibido tener contacto con mi ropa foránea con la tierra de las islas, creo que llevan muy al extremo las medidas anticontaminación, asiento y cuando se aleja sigo con lo mío.
El pequeño puerto alberga los restos de varios barcos balleneros, hago una sesión fotográfica completa con ellos, alrededor de ellos los Elefantes y Leones Marinos dormitan tranquilos mezclándose entre los hierros oxidados esparcidos por toda la zona, uno de los barcos aún conserva en su proa el cañón usado para disparar los arpones con los que capturaban sus presas, es un placer inmenso verlo ahí expuesto sin ningún riesgo ya para las Ballenas.
El regreso al barco transcurre con normalidad, está varado dentro de la bahía y el agua está tranquila, la tarde discurre con briefings, algún video documental de la zona y con mi choco-café más pastita del día.
01-12-2023 - jueves
Hoy haremos la última salida en estas islas, se trata de un paseo en zodiac por las rocas y playas de Cooper Bay, sin desembarcar, ya que como en otros sitios los espacios son muy pequeños y no interesa molestar a la fauna que habita aquí.
La excursión es prolífica, veo más Pingüinos Macaroni y otra especie los Chinstrap, muy parecidos a los de Magallanes,
los Elefantes Marinos dormitando en la arena no podían faltar, más Cormoranes y Albatros.
El regreso al barco nos depara una sorpresa, la tripulación nos espera con un combinado de chocolate caliente, nata y ron, ideal para brindar por nuestro paso por este paraíso natural.
La navegación por la tarde es preciosa, el cielo esta azul y despejado, vamos bordeando la isla más grande, Eduardo me indica que aproveche el buen tiempo y fotografié las montañas, normalmente es muy difícil verlas, el personalmente no las había visto nunca con esta claridad y no es su primera navegación por aquí verdaderamente es espectacular, buen broche final para unos los fabulosos días que he pasado en este entorno maravilloso.
Antes de abandonar definitivamente este archipiélago el capitán del barco y el staff quieren entrar en un fiordo para que veamos unos de los glaciares más grandes de estás isla. El intento de acceder al interior del fiordo falla, se ha puesto a soplar un intenso viento agitando las aguas de entrada y el barco se balancea mucho, veo como gira y nos comunican que iniciamos la navegación a nuestro destino final, la Antártida.
Una vez abandonamos el refugio de la costa e iniciamos la navegación en mar abierto el balanceo del barco se intensifica y despiertan mis síntomas de mareo que ya creía olvidados, suerte que tengo varias píldoras guardadas para los síntomas.
02-12-2023 - viernes
Los fuertes vientos que soplaban cuando me acosté continúan al despertarme, son los más intensos que hemos tenido hasta ahora, la tripulación ha cerrado todos los ojos de buey de mi planta y han cerrado los accesos al exterior, ya que algunas olas llegan al quinto piso, han vuelto a poner bolsitas de papel por si algún pasajero las necesita, yo cojo un par por si acaso.
En el transcurso del desayuno por megafonía nos convocan a una reunión urgente para comunicarnos importantes novedades. Nos reunimos todos en el salón, están todos los miembros del staff y al cabo de unos minutos aparecen el capitán, la Ceo de la expedición y la médico del barco, nos comunican que la noche anterior un pasajero se ha caído golpeándose fuertemente la cabeza y está en estado crítico, la única opción posible es girar e iniciar el regreso a las islas Falkland, ya que en las Georgias que están más cerca no hay hospital ni personal sanitario especializado. La idea que tiene el staff es acercarse a las islas y cuando la distancia lo permita un helicóptero se acercará para evacuar al herido, si no es posible habrá que llegar a Port Stanley en las Falkland. En el transcurso de la mañana me reúno con Eduardo que me explica con más detalle lo ocurrido, el herido es un estadunidense de unos 70 años que viaja en un con un grupo, después de cenar se han ido para sus camarotes y se ve que el fuerte balanceo del barco lo ha desequilibrado y al caer se ha golpeado con una pasarela de sujeción del pasillo, está en coma y se teme por su vida, los miembros del staff se están turnado en su vigilancia. Entre nosotros comentamos que las posibilidades de llegar a tiempo de evacuarlo y retomar la ruta a la Antártida son muy difíciles, son tres días de navegación a las Falkland y quedarán muy pocos más para terminar el recorrido previsto.
03-12-2023 - sábado
Noche de navegación intensa, tenemos fuerte viento lateral lo que imposibilita que el barco pueda navegar a su máxima velocidad, desayunando nos vuelven a citar para una reunión de urgencia, como en la anterior se presenta la plana mayor de la expedición con el capitán y la doctora, la Ceo de la expedición está muy afectada y con lágrimas en los ojos nos comunica que el pasajero herido a fallecido. La idea de la evacuación por helicóptero ya no sirve, el capitán nos comunica la obligatoriedad de llegar a puerto para trasladar el cuerpo a tierra y efectuar los trámites policiales y judiciales pertinentes. En una conversación posterior con Eduardo me explica que está muy afectado, el pasajero ha fallecido durante su guardia y han tenido que vaciar una de las cámaras frigoríficas del barco para depositar el cuerpo para su conservación.
Durante la mañana tenemos varias reuniones para saber que va a ocurrir con el resto de los días a partir de hoy, entre el pasaje se comenta la posibilidad de variar otra vez el rumbo y dirigirnos a la Antártida, el pasajero ya no necesita asistencia y su cuerpo esta conservado en frio, el staff de la expedición descarta tal posibilidad ya que la ley lo impide.
La navegación es dura, el viento no cesa, el movimiento del barco es fuerte y mi salud se resiente, a los mareos se han añadido tos y malestar general, posiblemente Covid, pero no estoy seguro, como yo veo a muchos pasajeros tosiendo y con mucosidad, si es el dichoso virus lo vamos a pillar todos.
Mi estado físico está bajo mínimos igual que mi situación mental y emocional, saber que lo que he estado planificando durante varios años se ha ido al traste en un instante es difícil de asimilar, vuelto a tener mareos por lo que paso el día en el camarote sin ganar de comer y cenar.
04-12-2023 - domingo
He pasado mala noche con fuerte dolor de cabeza y nauseas. Me levanto y desayuno, la doctora me ha dado más pastillitas para el mareo y decido tomarlas metódicamente a ver si mejoro de salud.
El día de navegación transcurre entre briefings y documentales de Ballenas y la Antártida, tienen un amargo sabor y se los podían haber guardado ante la imposibilidad de poderlos disfrutar presencialmente.
05-12-2023 - lunes
Sobre las 7 de la mañana llegamos a las Falkland y entramos en una pequeña bahía protegida por tierra donde se encuentra ubicada la población de Port Stanley.
La primera visión me recuerda mucho a Ushuaia, una suave ladera alargada donde se encuentran ubicadas las casas, mayormente unifamiliares, destaca la catedral un edificio de piedra marrón en primera línea de costa.
Durante el desayuno veo acercarse una lancha de la policía, estamos a la espera que nos comuniquen el permiso para desembarcar, sobre las 9 am. nos informan que ya se puede bajar a tierra y nos dan total libertad de movimientos, podemos comer y cenar en Port Stanley o bien hacerlo en el barco, teniendo en cuenta que la última zodiac de regreso al barco será a las 23 pm.
Todo el pasaje tiene ganas de pisar tierra, yo incluido, han sido tres días de navegación con el ánimo por los suelos.
Soy de los primeros en pisar tierra, el día está indeciso, bastante gris, pero con claros azules suficientes para iniciar mis capturas fotográficas.
la primera edificación importante que me tropiezo es un edificio de piedra marrón de nombre Jubilee Villas, creo que ubica alguna empresa u organización, el siguiente es Christ Church Cathedral de Stanley, lo escribo en inglés porque todo lo que veo es una reproducción de una típica población costera de Gran Bretaña, es también de piedra marrón con los techos metálicos y muy inclinados, seguramente para favorecer el deslizamiento de la nieve en invierno, el interior me sorprende muy cálido pero recargado, la ausencia de imágenes de vírgenes y santos es evidente ya que es protestante.
Continuo mi visita por el paseo que bordea la bahía, paso por el cuartel de la Police y el Post Office & Philatelic Bureau, en su traducción oficina de correos y oficina filatélica, voy pasando por pequeñas casas unifamiliares de maderas de diversos colores hasta llegar al Historic Dockyard Museum ubicado en una pequeña plaza redonda donde hay varias casas de madera y una pequeña cafetería que sirve bebidas calientes, las cuales te las puedes tomar en unas mesas ubicadas en la plaza. El museo no me cobra entrada, deferencia a los turistas. Hay pequeños espacios donde han conservado reproducciones de una tienda de comestibles y un salón antiguo, el resto es casi todo recuerdos gráficos y restos del material utilizado en la triste guerra de las Malvinas de 1982, algunos documentos de la invasión argentina para luego centrarse en las fuerzas británicas que vinieron a rescatarles, hay una cosa que veo muy clara, la población de las islas quiere ser británica. Hay una sala dedicada a la Antártida con objetos y la reproducción de un refugio para las expediciones antárticas.
Prosigo mi paseo, paso por la casa del Gobernador para llegar al monumento de la Liberación, su nombre deja claro las convicciones de los habitantes, está dedicado a las personas que murieron en el conflicto por parte del Reino Unido, en su mayor parte soldados británicos, cerca del monumento hay un busto de Margaret Thatcher que era la Primer ministro en 1982 y ordeno la reconquista de las islas. Sigo adelante para encontrarme con otro monumento dedicado a una guerra, es la de 1914 y conocida como la Primera Guerra Mundial, está dedicado a una gran batalla naval que ocurrió en las islas entre británicos y alemanes, lo fotografió junto con los restos de un barco hundido y decido regresar al centro de la población, lo hago paseando por calles interiores para ver las variadas construcciones de la ciudad.
En mi paseo interior veo el cuartel de bomberos y St. Mary's Church, traducido iglesia de Santa María, la única católica de las islas es de madera y su interior muy bonito.
El día se ha ido despejando, el Sol luce con intensidad y la brisa que sopla hace fácil mi labor fotográfica ofreciéndome cielos azules que me permiten captar imágenes muy nítidas.
Alrededor de la mini zona portuaria hay varias tiendas que venden recuerdos lo que aprovecho para comprar algún recuerdo para mí, la familia y los amigos.
Es la hora de la comida y tengo decidido hacerlo en tierra, no veo muchas opciones, la única interesante es Globe Tavern, una casa de planta baja donde veo varios pasajeros tomando cerveza.
Entro y automáticamente me traslado a Gran Bretaña, más bien Dublín, ciudad que visite hace pocos años, el interior es un auténtico pub británico. Que pides en un pub británico para comer…pues Fish and Chips y para beber…clarísimo beer, birra para los amigos, el camarero no muy simpático por cierto lo primero que me pregunta es cómo voy a pagar, la pregunta me extraña, un pasajero tejano que he conocido en el barco y con que he tenido alguna conversación ya que domina aceptablemente el castellano me lo aclara, solo admiten cash, vamos dinero en metálico, llevo euros y dólares, los pesos argentinos no los enseño, imagino que no los aceptarían, asiente con la cabeza y se va para la cocina, me siento con mi compañero tejano e iniciamos una agradable conversación del pasado español de su tierra.
Después de comer me apunto a una excursión que ha organizado el staff de la expedición, consiste en un desplazamiento en minibús a Gipsy Cove una pequeña zona costera con acantilados y playas donde se pueden ver Pingüinos de Magallanes y algunas aves, para andar y pasear bien, ver fauna no tanto, las playas son inaccesibles y los Pingüinos se ven lejanos, de regreso el bus hace una breve parada para que podamos ver y fotografiar un antiguo barco varado en la orilla, el Lady Elizabeth.
Paso el resto de la tarde con mi Choco-café diario y clasificando las imágenes del día, si no lo hago así me olvidaré de los nombres de los lugares visitados, el atardecer me depara unas preciosas fotos de un atardecer rojizo sobre las casas de Port Stanley.
06-12-2023 - martes
El día ha amanecido gris y lluvioso, el staff está pendiente de que las autoridades den permiso para poder zarpar, mientras llega han organizado un par de excursiones, la primera es para los aficionados a la ornitología (pájaros) se desplazaran a una zona costera y disfrutaran de su afición, la segunda consistirá en una visita guiada por la ciudad con explicaciones en inglés por la Ceo de la expedición, estuvo viviendo varios años en la isla y la conoce bien.
Decido irme por libre y visitar el cementerio de la ciudad, los británicos han participado en las dos guerras Mundiales y han tenido conflictos bélicos por la soberanía de sus colonias, son muy respetuosos con la gente fallecida en las contiendas profesándoles mucho respeto y erigiendo monumentos en sus tumbas, en este de Port Stanley familias de los caídos en la Guerra de las Malvinas de 1982 han plantado árboles de distintas especies, cada uno dedicado a un soldado distinto, el día esta lluvioso y con un cielo plomizo que se presta a que por mi cabeza pasen muchos pensamientos tristes.
Tras comer nos comunican que ya tienen autorización para abandonar puerto y que en los briefings de la tarde nos explicaran los planes previstos para el resto de los días.
07-12-2022 - miércoles
Hace ya días que tomé la decisión de tomarme la pastilla para el mareo mientras el océano estuviera agitado y me ha ido bien, he dormido estupendamente.
Hoy vamos a hacer día completo en New Island, pequeña isla de las Falkland, durante el desayuno tengo que prepararme una pequeña caja con un picnic a mi gusto de lo que haya en el buffet del comedor, me servirá para comer en tierra y no tener que regresar al barco al mediodía.
En la zona que vamos a visitar hay varias viviendas, una de las cuales la podremos utilizar para ir al lavabo, ya imagino cola cuando regresemos de los trekkings previstos. En la playa de desembarco se encuentra varado un antiguo barco de madera en muy mal estado, pero ideal fotogénicamente, hay también varias docenas de gansos, pero no nos podemos acercar ya que están criando.
La excursión va un poco por libre, pero nos han marcado un sendero que conduce a unos acantilados habitados por Cormoranes Reales y Pingüinos Rockhopper, también se ven algunos Págalos Australes intentando robas huevos o crías en los nidos de Pingüinos o Cormoranes. Tengo muchas imágenes de esta especie de Pingüino así que me dedico a captar bonitas instantáneas, me desplazo por los acantilados, están bien señalizados con palos para evitar que nos acerquemos muchos a sus moradores y los molestemos, a mediodía regresamos al punto de partida donde nos proponen dos caminatas diferentes, escojo la que guiará Eduardo, me será más fácil entender las explicaciones.
Tras efectuar la correspondiente cola en el único lavabo disponible me uno al grupo elegido, el camino no presenta dificultades, de inicio tiene una prolongada subida para luego continuar llaneando varios kilómetros.
El sendero finaliza en una playa con varios grupos de Pingüinos, antes de iniciar la sesión fotográfica doy buena cuenta del picnic sentado en unas piedras con el grupo, echo en falta el café, pero al regreso ya me resarciré.
En la playa se encuentran pequeños grupos dispersos de Pingüinos de Magallanes, como en días anteriores intento captar imágenes diferentes a lo habitual y me entretengo también recogiendo conchas esparcidas por la arena, son muy diferentes a las que había visto hasta ahora, otros compañeros de caminata me imitan, suerte que hay para todos.
El regreso se me hace algo pesado ya que el paisaje es bastante monótono, ya en el barco una buena ducha y mi Choco-café me reaniman.
08-12-2022 - jueves
Último día en las islas Falkland o Malvinas, los días libres que hemos tenido se han acabado y al finalizar la tarde habrá llegado el momento de poner rumbo a Ushuaia.
Hoy visitaremos un par de islotes para seguir disfrutando de la fauna local, la mañana la vamos a dedicar a Saunders Island, pequeño islote con colonias de Pingüinos Gentoo y de Magallanes, también tropezamos con un par de docenas de Pingüinos Rey.
Es época de cría y como en otros lugares que hemos visitado los Pingüinos hembra están inmóviles en pequeños montículos que han hecho dando calor a los huevos o bien a los pequeños recién nacidos, como en otros espacios visitados hay palos marcando una línea imaginaria que no sobrepasamos. La visión de estos curiosos animales alimentando a sus hijos es preciosa, las crías se acurrucan debajo de su progenitor, para de vez en cuando introducir su cabeza en el pico de la madre para comer, me lo tomo con calma, no sé si podré disfrutar otra vez de ellos, su inmovilidad me permite hacer buenas fotos, excepto cuando se agitan y chillan ante la presencia de rapaces intentando robarles su tesoro. Abandono la playa que he ido recorriendo durante un par de horas para dirigirme a unos acantilados ocupados por Albatros de Ceja Negra, también están anidando, el tiempo no es problema, lo que me permite ver bonitas escenas de amor entre los Albatros, durante un rato me dedico a intentar captar imágenes de estas grandes aves planear majestuosamente entre las rocas y las olas, disparo sin parar, espero que alguna foto me salga nítida ya que es muy difícil enfocar el teleobjetivo con sus vuelos.
Regresamos para comer, el camino es largo, andando andando me he alejado bastante del punto de embarque.
Penúltimo desplazamiento en zodiac, el desplazamiento es largo y tenemos el agua muy agitada, la visita la haremos en Carcass Island, igual que esta mañana, Pingüinos y algún Pato, hay poca fauna y me divierto haciéndoles fotos entrando y saliendo del agua, el regreso es durillo, nos avisan que guardemos bien el material fotográfico, el océano esta más picado que a la ida, la zodiac va dando saltos sobre las olas y el agua pone a prueba mi anorak y la fuerza de mis manos sujetándome a las cuerdas, ha sido el desplazamiento más complicado de todos, bien para ser el último.
Hemos regresado pronto ya que el capitán quiere iniciar el retorno sobre las 16,30 pm.
la tarde en el barco pasa rápido, parte del staff habla, alguno recita cosas de elaboración propia de las que desgraciadamente no me entero de casi nada debido a mi desconocimiento del idioma, tras las charlas nos presentan en las pantallas de los diversos televisores del salón un pequeño reportaje audiovisual de imágenes y videos del viaje, se lo dedican al pasajero fallecido, al final salen unas fotos de él y logro ponerle cara al causante de mi frustrado viaje.
09-12-2022 - viernes
Día de navegación sin complicaciones, sopla aire y el Atlántico esta agitado, pero no como en días anteriores, de vez en cuando hay algún aviso de avisaje de Ballenas, pero se ven lejos y se localizan gracias a los enormes chorros de agua que proyectan.
Tras la cena la gente va subiendo al salón, se toman las últimas copas y se intercambian direcciones de correo, son los momentos de recordar los días pasados y hacer balance del viaje, me despido de las personas con las que he tenido más contacto, han sido pocas, pero muy satisfactorias a nivel personal.
Tengo tiempo para meditar lo vivido, han sido días muy intensos, durillos emocionalmente y de salud. No he logrado el objetivo que llevaba soñando años, tengo decidido volver, lo tengo clarísimo, la organización me ha confirmado que si contrato otro viaje la próxima temporada me harán un 30% de descuento, podría ser más, pero lo veo aceptable.
He descubierto un paraíso natural, son las islas Georgias del Sur, había visto y leído alguna cosa, pero verlas, pisar su tierra, mezclarme con su fauna y pasear tan cerca de Pingüinos, Elefantes y Leones Marinos ha sido la hostia, un hombre que conocí hace algunos años en un viaje por el Océano Ártico me había hablado muy bien de las islas Falkland o Malvinas, no me han defraudado, pero comparadas con las Georgias no tienen color.
Vuelvo con más de 4500 imágenes del viaje, incluidas las realizadas en Buenos Aires y Ushuaia, me espera muchos días de agradable trabajo clasificándolas y arreglos.
Este relato no acaba aquí, tendrá su continuación a partir del 25 de febrero de 2024, ya he reservado pasaje en el mismo barco, no soy supersticioso, será diferente, más corto, embarque en Ushuaia y directos a la Antártida, sin perder tiempo visitando otros lugares, menos riesgos de accidentes imprevistos que malbaraten mis planes de llegar a mi meta.
Tengo un año para mejorar mi condición física y practicar natación, si hay problemas en el próximo viaje, salto del barco y me voy nadando.