Antártida - deseo cumplido - 2024 - parte I
23-02-2024
Retomo el viaje a la Antártida interrumpido el 02-12-2023 por un fatídico accidente, el barco en el que viajaba tuvo que regresar a puerto. El fuerte oleaje del Océano Atlántico que nos acompañaba desde el inicio de la travesía propicio que un turista norteamericano que viajaba con un grupo de personas de la tercera edad tuviera un tropiezo en las escaleras interiores del barco, cayéndose y golpeándose la cabeza. El golpe lo dejo en coma, del cual no se recuperó falleciendo en el trayecto de regreso en busca de auxilio.
El trayecto al aeropuerto lo realizo en taxi, aparte el equipaje me acompaña la incertidumbre, es un desplazamiento muy largo, necesito coger tres aviones, hacer un cambio de aeropuerto en la ciudad de Buenos Aires y emplear más de un día en su totalidad. Todo está sincronizado perfectamente, lo he planificado minuciosamente, pero cualquier contratiempo en algún vuelo, retraso, pérdida o extravío del equipaje puede truncar mi ilusión.
24-02-2024
Son las 20,30 cuando el último de los tres aviones que he usado aterriza en Ushuaia (Argentina), han pasado más de 26 horas + un desfase horario de + 4 horas de diferencia horaria desde que salí de Barcelona. Todo ha ido bien, ha sido duro, llego cansado, he dormido muy poco y mal, el asiento de un avión o los sillones de los aeropuertos, no son los más idóneos para hacerlo.
Mis dudas y miedos se disipan totalmente cuando veo aparecer mi equipaje por la cinta de equipajes del aeropuerto.
Estaba saliendo todo bien, algo tenía que fallar para ponerle emoción a la llegada. El taxi que me traslada al hotel se equivoca dejándome en un hotel incorrecto. Yo había intentado darle la dirección exacta, pero el taxista me dijo que no me preocupara ya que conocía la ubicación del hotel, craso error, me dejo en el hotel Austral, cuando mi destino correcto era hotel Flor Austral, su equivocación me costó desplazarme a pie con el equipaje 7 “cuadras” o manzanas.
El hotel es sencillo, pero acogedor, me registro y le pido consejo al recepcionista para que me recomiende un restaurante donde poder cenar, me aconseja El Salitre, está cerca y me comenta que hay un buen ambiente.
Acierto al confiar en el recepcionista, buena comida y cerveza, la cena me da fuerzas y decido bajar al puerto y realizar alguna foto nocturna, necesito comprobar el disparador de mi cámara y algo más.
La visión del Plancius, barco de la anterior expedición esta fondeado en el puerto, perfecto mañana volveré a embarcar en él para retomar mi proyecto cancelado.
25-02-2024
Desayuno ligero, y siguiendo las instrucciones de Oceanwide, agencia propietaria del barco expedicionario Plancius, traslado mi equipaje a un local habilitado para tal efecto en el puerto, serán ellos los que lo subirán al barco
Libre ya de las maletas me dedico a pasear, hacer algo de shopping por las tiendas abiertas, son pocas ya que es domingo y realizar algunas fotografías.
Embarco a la hora prevista 04 pm. empieza a lloviznar levemente, en el muelle hay bastante movimiento de gente y vehículos, hay varios cruceros turísticos anclados y todo indica que saldrán hoy.
Me asignan el camarote 427, lo compartiré con otro pasajero, como llego primero puedo elegir cama. Estoy desempacando cuando llega el que será mi compañero estos días, nos presentamos, la Hostia es catalán como yo y residente en Palafrugell, Girona, ideal para seguir practicando mi modesto e incipiente uso del idioma catalán.
El camarote es justito pero muy completo, el espacio está aprovechado al máximo, disponemos de una cama individual cada uno, armario y mesita, el baño es amplio y completo, también hay una pequeña mesa que sirve de escritorio.
Han pasado 15 meses desde mi última estancia en uno muy similar, los recuerdos vuelven a mi cabeza, espero haber logrado mi objetivo cunado lo abandone.
El barco zarpa de Ushuaia a las 06 pm. como estaba programado, previamente realizamos un simulacro un simulacro de abandono forzoso del buque, sirve para que todo el pasaje sepa todo lo que hay que hacer en caso de emergencia.
A media mañana de hoy me he colocado tras la oreja un parche medicinal para evitar los mareos y náuseas, la travesía anterior fue de inicio muy complicada de salud para mí, voy a intentar que no se repita.
Los parches llevan Escopolamina, una sustancia que no llevan los que distribuyen en las farmacias de España.
He tenido que comprarlos online en Andorra, previa consulta con mi médico de cabecera, por si podían tener alguna contraindicación con la medicación que tomo, me dijo que no.
Primera cena a bordo, perfecta, el barco dispone de comida muy variada y de calidad.
26-02-2024
Primera noche de navegación, la he pasado regular, despertándome varias veces. El balanceo del barco no es como el viaje anterior, pero aun así se hace notar, la decisión de usar parches anti-mareos ha sido acertada, noto el cuerpo diferente, eso sí sin tener nauseas, mareos, dolor de cabezas ni vómitos.
El día es totalmente de navegación, lo hacemos por el pasaje de Drake, paso Drake o mar de Drake o, en menor medida, mar de Hoces, ?es el tramo de mar que separa América del Sur de la Antártida, entre el cabo de Hornos (Chile) y las islas Shetland del Sur (Antártida).
Este paso marítimo, a veces denominado impropiamente estrecho, es la más meridional de las rutas de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico. Por el sur forma parte del océano Antártico y al este limita con el mar del Scotia.
Su anchura mínima es de ochocientos a novecientos cincuenta kilómetros y sus aguas son tradicionalmente consideradas por los navegantes como las más tormentosas del planeta.
Fue conocido por primera vez por Francisco de Hoces, en 1526, sin embargo, el nombre de Drake passage, o en español “pasaje o paso de Drake”, es el que se utiliza en la cartografía internacional y tiene su origen en la cartografía de la marina británica, que conmemora la presencia en estas aguas del corsario inglés Francis Drake quien, en 1578, sesenta años después de los navegantes españoles, cruzó el estrecho de Magallanes con su barco The Golden Hind.
La cartografía oficial chilena lo denomina paso Drake y en Argentina se llama pasaje de Drake (aunque existe un proyecto para renombrarlo mar de Piedrabuena.
El nombre “mar de Hoces” se utiliza en España y en menor medida en otros países hispanohablantes,? por ser el navegante español Francisco de Hoces quien lo descubrió.
Tras el desayuno el staff técnico de la expedición inicia los briefings (instrucciones) para enseñarnos el funcionamiento del barco, como subir y bajar de las zodiacs y como debemos proceder al pisar el continente Antártico, son normas muy estrictas, previamente al primer desembarco tendremos que haber limpiado con minuciosidad botas, mochilas, anoraks, en fin todo lo que vayamos a utilidad en tierra, especial atención a los cierres que utilicen velcro, ya que en ellos se adhieren muchas “cositas” que pueden contaminar, pasamos parte de la tarde dedicada a tareas de limpieza de nuestro equipaje asesorados y controlados por los guías, una vez finalizada la tarea firmamos unas hoja conforme se ha realizado.
27-02-2024
Otro día dedicado a la navegación y briefings.
Mi compañero de camarote está teniendo problemas de salud, pensaba que habría pillado un resfriado, le explico que los síntomas que tienen seguramente son producidos por el movimiento del barco.
28-02-2024
Me despierto pronto, el barco esta inmóvil, me levanto y miro por la ventana, ya estoy en la Antártida.
La travesía desde Ushuaia hasta ha sido muy buena, la navegación de dos días por el pasaje de Drake fácil, el oleaje que tantos problemas me dio en el anterior viaje ha sido relativamente suave, que combinado con el uso del parche medicinal me ha permitido llegar aquí en óptimas condiciones.
Ha amanecido un día gris, plomizo y lluvioso, por megafonía nos anuncian que el desayuno será a las 7,30 y las actividades darán comienzo a las 8,30.
Primer zodiac cruise del viaje, o lo que es lo mismo, crucero en zodiac. Mis preparativos para navegar en zodiac son meticulosos, llevo un pantalón especial para el frio, más otro fino impermeable, camiseta especial, jersey y el anorak, refuerzo el equipaje con pasamontañas, un grueso gorro de lana y guantes especiales no muy gruesos para facilitarme el uso del equipo fotográfico, todo ello acompañado de unas buenas botas de goma de caña alta y el chaleco salvavidas, las dos últimas piezas son obligatorias en todos los paseos en zodiac y nos las ha proporcionado el staff del barco.
Estamos varados frente a la base antártica Melchior o base Melchior, estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina.
Historia
Fue inaugurada el 31 de marzo de 1947 como destacamento naval Melchior, siendo la primera fundada en la península Antártica y la segunda base Argentina después de la base Orcadas establecida en 1904.
En la década de 1990 su nombre fue modificado al actual.
Se halla en la isla Observatorio, del archipiélago Melchior en la bahía Dallmann dentro del archipiélago Palmer.
Desde 1947 al 30 de noviembre de 1961, sirvió como una base permanente, pero desde esa fecha adquirió un estatus de base de carácter estival. ?
En la campaña antártica de verano 1962-1963, cuatro científicos del Museo Argentino de Ciencias Naturales condujeron investigaciones de biología marina.
Desde la campaña antártica de verano de 1968-1969 las instalaciones han sido usadas periódicamente para esta disciplina por el Servicio de Hidrografía Naval.
La infraestructura de la base cuenta con 336 m² bajo techo, área logística de 48 m² y 15 camas, para transporte cuenta con 2 zodiacs con motor fuera de borda.
El paseo consiste en bordear la isla, los pequeños acantilados que la rodean están habitados por Lobos Marinos Antárticos, inicio aquí mi hobby, fotografiar fauna es su hábitat natural, no es tarea fácil, la persistente lluvia me moja continuamente la cámara y me dificulta el trabajo, de repente alguien grita Whale (Ballena), no hace falta decir nada más, la palabra se transmite rápidamente por los walkies de los guías y todas las zodiacs giran poniendo rumbo en dirección a ella.
Conforme nos acercamos veo que son varias, perfecto. Permanecemos a una prudente distancia, hay que respetar la normativa al respecto, intento captar buenas imágenes, pero es muy difícil, aparecen y desaparecen muy rápido, aun así, logro media docena de fotos aceptables. El tiempo pasa velozmente y las zodiacs reciben la orden de regresar al barco.
El calor del interior del barco me reconforta, no me olvido de pasar la tarjeta magnética por el reloj electrónico de control de acceso, es obligatorio su uso, sirve para controlar que todo el pasaje que sale está de regreso. Ya en el camarote compruebo que el anorak, guantes y la cámara están empapados en agua, suerte que tenemos un secador en el lavabo, nos sirve a mi compañero y a mí, para secar toda la ropa.
Tras la comida y después de un pequeño descanso acompañado de un café, me preparo para la excursión de la tarde, visitaremos una pequeña colonia de Pingüinos Gentoo (Papua), que está ubicada en la isla de Wiencke.
El trayecto es corto y las aguas están calmadas, seguimos con un día gris plomizo y llovizna. El desembarco no me presenta problemas, tengo experiencia tras varios viajes utilizando las zodiacs.
Abandono las cuatro piedras de la orilla y empiezo a subir una pequeña loma cubierta de nieve, el sendero está bien señalizado por palos que previamente han colocado los guías. La ascensión no es difícil, al final de la cuesta hay formaciones rocosas habitadas por Pingüinos, la lluvia es menos intensa que la de la mañana y yo me he preparado mejor para fotografiar y no se me moje el equipo.
Por el otro lado de la colina hay una pronunciada bajada al final de la cual está la bahía Dorian y la Cabaña de Punta Damoy (en inglés: Damoy Point Hut) un refugio del Reino Unido en la Antártida.
Historia
En 1973 el British Antarctic Survey planeó establecer instalaciones aéreas en la isla Doumer, pero las condiciones suaves de la nieve hicieron que la pista fuera casi siempre inutilizable, aunque se usó en 1972-1973 y 1974-1975, en su lugar se estableció una pista de aterrizaje para aviones con esquíes en la colina Tombstone y el 6 de noviembre de 1975 construyó una cabaña en la cercana Punta Damoy (Associated Transit Facility-Damoy Point), ambas en la cercana isla Wiencke.
Se usó como instalación aérea de verano y como estación de tránsito para el personal científico, desde allí el personal era trasladado a la Base Rothera en la isla Adelaida cuando las condiciones de hielo impedían que los barcos navegaran más al sur.
La cabaña fue construida a solo 25 metros del refugio naval Bahía Dorian que la Armada Argentina construyó en 1953.
La cabaña estuvo ocupada hasta el 12 de noviembre de 1993 y las pistas de aterrizaje se retiraron del servicio en 1995. El espacio fue mantenido como operativo hasta 2006, cuando fue cerrado.
Se realizaron tareas de limpieza en 1996-1997 y diciembre de 2007.
La cabaña ha sido designada Sitio o Monumento Histórico (HSM 84), luego de que el Reino Unido elevara una propuesta en la Reunión Consultiva del Tratado Antártico de Baltimore en 2009, que la designó por medida 14 (2009).
Desde octubre de 2009 el British Antarctic Survey pasó la administración de la cabaña al UK Antarctic Heritage Trust tras firmarse un memorando de entendimiento.
La cabaña está abierta al turismo.
Fotografío las construcciones y pido a un compañero de viaje que me haga las primeras fotos mías en suelo Antártico, el regreso al barco lo realizo por el mismo sendero señalizado.
29-02-2024
Me está costando dormir seguido varias horas, me suelo acostar relativamente pronto, entre las 22 y 23 horas, cosa no muy habitual en mí y como no estoy cansado el sueño es muy ligero.
Hoy las actividades empezaran pronto, desayuno a las 7,30 y primer zodiac cruise a las 8,30.
El barco esta algo alejado de la costa, nos rodean icebergs y no conviene ningún accidente. El trayecto en zodiac es espectacular, navegamos entre grandes moles de nieve y la zodiac se desplaza con precaución por las aguas repletas de hielo granizado, su paso por debajo de mis pies me produce un cosquilleo agradable, disfruto fotografiando los bloques helados, tienen formas y coloridas de gran belleza, nos acercamos a pequeños islotes de piedra habitados por Pingüinos Adelia y Lobos Marinos Antárticos, los cuales fotografío.
El paseo es largo, divisamos alguna Ballena, sobresalen mínimamente del agua y los instantes que sueltan el chorro de agua o se sumergen enseñando su cola son los únicos momentos interesantes para fotografiar.
El regreso al barco es durillo, la velocidad de la zodiac levanta agua helada que me va salpicando, que le voy a hacer son gajes del oficio viajero.
Estoy en el salón disfrutando de un chococafé y me doy cuenta de que algo está pasando, los guías tienen más actividad de lo habitual y están preparando algo diferente a lo habitual.
La incógnita desaparece pronto, estamos a punto de cruzar el Círculo Polar Antártico S66º 33’ una línea mítica en la navegación antártica, que la mayoría de la gente no tendrá la oportunidad de hacerlo.
Montan un pequeño fotocool casero donde se puede leer el día y la latitud, en el instante exacto del cruce brindamos todos juntos, tripulación, staff y pasajeros, lo hacemos con champán y canapés, me hacen varias fotos, es un momento muy importante para mí. El viaje inicial, antes del Covid 19 lo había contratado con esta opción, la mayoría de los cruceros de la compañía no navegan hasta aquí, las condiciones climatológicas y el hielo en superficie del agua lo hacen muy difícil, el accidente del primer viaje me ha permitido contratar el único crucero que hacía la travesía hasta esta latitud.
La tarde esta preciosa, el paisaje que me rodea fabuloso y el atardecer me brinda la posibilidad de poder disfrutar de su contemplación y guardar su visión en fotografías.
01-03-2024
Mi compañero de camarote me ha contagiado su resfriado, empecé a notar síntomas ayer, está mañana ya he salido de dudas, tengo malestar general y mucosidad.
Tras desayunar empiezo a doparme con ibuprofeno y pastillitas que se chupan para las molestias de la garganta.
El barco está anclado en una pequeña bahía donde se ve bastante movimiento de Ballenas Minke Antárticas. Las actividades inician a las 9,00, aquí no se pierde tiempo.
Instalado ya en una zodiac nos dirigimos a un punto donde se ve resoplar varias Ballenas, las zodiacs como siempre mantienen una prudente distancia para no molestarlas, los animales se sumergen y salen a superficie constantemente, voy haciendo fotos cuando las veo resoplar o se sumergen enseñando su cola, no lo hacen siempre, después de hacerlo varias veces desaparecen para emerger de nuevo donde menos te lo esperas. La zodiac se va desplazando constantemente en busca de fauna, de vez en cuando tropezamos con algún Lobo Marino dormitando en algún pequeño fragmento de hielo y Pingüinos nadando, lo hacen muy rápido, dando pequeños saltos fuera del agua, intento captar algún salto, algo muy complicado sus movimientos son muy irregulares y aparecen donde menos te esperas.
La mañana discurre rápidamente y hay que regresar al barco para comer y recuperarse un poco del frio antártico.
La tarde promete experiencias diferentes, está previsto visitar una base científica británica abandonada en Detaille Island.
La isla de Detaille es una pequeña isla ubicada en el extremo norte de la Península Arrowsmith en la Tierra de Graham.
Historia
Entre 1956 y 1959 se instaló la "Estación W" de la Investigación Antártica Británica o Prospección Antártica Británica, pero se cerró tras finalizar el Año Geofísico Internacional.
Se uso principalmente para levantamientos, geología y meteorología.
Consiste en una cabaña y estructuras asociadas con dependencias, incluyendo un pequeño edificio de almacenamiento de emergencia, perrera y corrales, torre de anemómetro y dos mástiles de radio tubulares de acero.
Como una estación de investigación relativamente inalterada de fines de la década de 1950, proporciona un recordatorio de la ciencia y las condiciones de vida que existían cuando se firmó el Tratado Antártico en 1959.
Gracias a la salida apresurada de los hombres, la Estación W es una cápsula del tiempo extrañamente preservada de la vida antártica de la década de 1950. La base estaba destinada a albergar grupos de reconocimiento de trineos tirados por perros que cruzarían el hielo marino a la cercana Península Antártica, pero el hielo era peligrosamente inestable.
Cuando la Estación W fue desocupada, el intenso hielo marino impidió que el reabastecimiento del buque Biscoe se acercara a menos de 50 kilómetros (31 millas), a pesar de la asistencia de dos rompehielos de la armada estadounidenses. Los hombres se vieron obligados a cerrar la base, cargar trineos con su equipo más valioso y usar transportes tirados por perros para llegar a la embarcación.
En 2009, la base fue designada como Monumento Histórico, siguiendo una propuesta del Reino Unido para la Reunión Consultiva del Tratado Antártico. Los artefactos que se conservan allí incluyen una lavadora Hoover con manuales de instrucciones, chaquetas, un calendario de diciembre de 1957, libros de encuestas, registros de observación astronómica, equipos de comunicación por radio, numerosos libros, docenas de latas de conservas, botes de mayonesa Heinz y botellas vacías de ginebra y whisky.
La isla es mantenida por la fundación británica Antarctic Heritage Trust. La organización trabaja para conservar edificios y artefactos antárticos y promover y fomentar el interés del público en su patrimonio antártico.
La ocupación normal de la Estación W era de ocho a diez personas, según un panel de información. Aparte del edificio principal, hay dos cabañas cercanas. Una era utilizada como una tienda de emergencia y la otra para albergar perros de transporte.
Ahora es visitada a menudo por cruceros antárticos, pero se encuentra deshabitada.
Antes de desembarcar en la isla damos una vuelta en la zodiac a ver que nos ofrecen los islotes que nos rodean, poca cosa que, combinado con el guía de la embarcación, el cual no muestra ningún interés por nosotros, su actitud me desanima, si el resto de zodiacs se aproximan a 100 m. de las Ballenas, él se queda a 200, lo mismo ocurre con los Pingüinos o Lobos Marinos, todos los guías miran de acercarse al máximo, el nuestro no espera que haya espacio, pasa de largo simplemente y si no hay nadie tampoco se acerca…los próximos zodiac cruise miraré a la hora de embarcar que no me toque el mismo.
El acceso a la base presenta alguna dificultad, la zona de desembarco es una pequeña hendidura en forma de U, la zodiac se aproxima al máximo a unas rocas y tenemos que acceder saltando ayudados por los guías.
La base es un edificio grande comparado con las vistas anteriormente, consta de cocina, salón, biblioteca, emisora de radio y otras dependencias, en fin, todo lo necesario para vivir varios meses, está ubicada en un pequeño promontorio que permite ver un precioso espacio de agua, rocas e icebergs, la vida aquí no debía ser fácil para sus moradores, escribo una línea en un libro de visitas que hay para tal efecto, quiero dejar constancia de mi presencia en el lugar.
Doy un paseo por la zona, hay que ir con mucho cuidado donde se pisa, hay zonas completamente heladas y al pisarlas resbalas fácilmente, un compañero me hace una foto, quiero tener un recuerdo de este momento.
El regreso al barco no presenta problemas, tras cenar continuo con Ibuprofeno, hago copia de seguridad de las fotografías realizadas en el día de hoy y me acuesto sobre las 22 h. horario infantil más o menos.
02-03-2024
Amanece un día espectacular, cielo azul, Sol y paisajes de ensueño, esta mañana no hay actividades, el barco navega en busca de alguna zona apta para visitar por la tarde. Navegamos por un canal con vistas deslumbrantes, a estribor el continente Antártico, a babor islotes cubiertos de nieve, todo salpicado de icebergs que pasan por ambos costados del barco, me paso la mañana saliendo a cubierta para fotografiar los múltiples bloques de hielo que van a la deriva, todos
tienen formas diferentes moldeadas por las olas.
Durante la comida nos comunican que por la tarde haremos un desembarco en el continente Antártico, hasta ahora siempre que habíamos pisado tierra era en alguna isla de las muchas que vamos pasando.
Pisar el continente no es tarea fácil, todo el frente Antártico son paredes gigantescas de hielo, no hay zonas donde se puedan acercar las zodiacs, lógicamente el capitán del barco y el staff técnico de la expedición conocen bien los espacios que nos rodean y tienen localizada una pequeña zona de rocas libre de hielo accesible, eso sí con alguna dificultad.
Todo el pasaje, yo incluido estamos deseando hacerlo e inmortalizarlo con imágenes, es algo que como otros momentos vividos estos días nunca podrá hacerlo la mayoría de la gente.
Pisar tierra firme no es tarea fácil, las zodiacs tienen que maniobrar en una zona abrupta y rocosa, a las dificultades propias que generan las piedras y el oleaje hay que añadir la prohibición de pisar el musgo que aflora entre ellas, no se puede apoyar las mochilas en tierra, ni arrodillarse, mucho menos sentarse. Espero mi turno para fotografiarme con una bandera de la Antártida que portan los guías para inmortalizar el momento, luego me hacen otras en el pequeño espacio que hay y sin que nadie se dé cuenta entre foto y foto voy cogiendo pequeñas piedras que hay entre las grandes, lo hago rápido, las introduzco directamente en el bolsillo de mi anorak, llevo una bolsa de plástico para ello, pero cualquiera la saca, si me ve el staff, posiblemente me gane una reprimenda y la obligación de devolver lo sustraído a su lugar de origen, tengo suerte y nadie parece darse cuenta de mis hábiles maniobras con la mano izquierda, he logrado un buen botín, concluido el trabajo subo la cremallera del bolsillo para que evitar que se caigan. Solo queda pasar los controles aeroportuarios.
No disponemos de mucho tiempo en tierra, el espacio es limitado y tenemos que regresar al barco para que otros pasajeros puedan tener la misma experiencia, no hay terreno suficiente para todos.
El atardecer me brinda una nueva oportunidad de realizar buenas imágenes, no desaprovecho la oportunidad e inmortalizo el instante con mi cámara, está siendo un viaje muy gratificante hasta ahora.
03-03-2024
Nos despiertan pronto 7,30 y desayuno 8,00, como otros días estamos varados en una preciosa bahía rodeados de glaciares e icebergs, la actividad matinal como en ocasiones anteriores será un zodiac cruise, la zona por comentarios de los guías es muy frecuentada por Ballenas Minke Antárticas, me preparo con todo lo necesario y embarco en una zodiac, estas se dividen en parejas y se dispersan, el staff estaba en lo cierto y todas empiezan a localizar Ballenas, yo voy en la zodiac de Karina, es buena piloto, hace pareja con Marco, para mí el mejor y más atrevido de los guías.
Sin tiempo para mirar las embarcaciones enfilan un punto concreto donde se vislumbra el lomo de un cetáceo que va expidiendo los famosos chorros de agua al aire, nos quedamos cerca observando sus movimientos, son los clásicos, se sumerge y emerge en otro punto cuando menos te lo esperas, yo voy observando y fotografiando lo que puedo, es difícil enfocar bien, su oscuro lomo se adapta muy bien a la superficie del agua, de vez en cuando se encorva y levanta el lomo para sumergirse, lo voy captando con mi cámara, pero son imágenes algo lejanas.
Las zodiacs se van desplazando por la bahía, cuando se ve alguna estática se acercan otras, ya que es signo de que hay alguna cosa interesante.
La mañana esta entretenida, todos estamos pendientes de ver alguna columna de agua delatora, de repente la zodiac con la que hacemos pareja cambia de rumbo y se dirige a un punto concreto del horizonte, según nos acercamos diviso el lomo negro de una Ballena, como siempre nos quedamos observando a una distancia prudencial
y apagando los motores fueraborda, pero el cetáceo tiene otros planes, de repente se sumerge y desaparece, las dos zodiacs permanecemos quietas en el lugar intentando adivinar por donde volverá a salir, todos estamos mirando puntos lejanos cuando emerge delante nuestro, impresionante la tengo delante, en mi Nikon tengo instalado el teleobjetivo 80-400 mm. me sobra, retrocedo en la embarcación para poder enfocar, el zoom necesita una distancia mínima y la tengo muy cerca, si introduzco la mano en las frías aguas podría tocarla, no nos tiene miedo y no hace ningún movimiento agresivo o de huida, se dedica a flotar frente a nosotros y observarnos, yo hago lo mismo.
Se sumerge varias veces pasando bajo la embarcación, las aguas son limpias y cristalinas, la veo perfectamente como se desliza suavemente bajo mis pies, un solo movimiento suyo puede hacer zozobrar la zodiac, pero no son sus intenciones, está interactuando con nosotros y nos deja disfrutar de su presencia, hace un par de inmersiones mostrando su aleta caudal, es uno de los instantes más bellos, logro captarlos bien y disparo mi cámara repetidamente, que espectáculo verla como se sumerge frente a mí, son unos primeros planos privilegiados, nunca había estado tan cerca de una Ballena, difícil describir mis pensamientos y sensaciones en ese momento, hay que estar aquí y vivirlo.
En una de sus inmersiones desaparece para volver a salir delante de la otra zodiac que nos acompaña, ellos también tienen derecho de disfrutar de su cercanía, repite los mismos movimientos que ha realizado con nosotros, la distancia entre las embarcaciones es pequeña, lo cual me permite seguir observando al animal, me relajo con la cámara, he logrado buenas tomas, ahora es el momento de almacenar los instantes que estoy viviendo en mi disco duro cerebral.
Finalmente la Ballena se cansa de nosotros y se sumerge profundamente y ya no vuelve a emerger, yo y mis compañeros estamos muy satisfechos, hemos sido unos privilegiados con la visón tan cercana y constante del cetáceo y de su interacción con nosotros, los guías reciben la orden de regresar al barco, giramos en redondo e iniciamos el trayecto de retorno, lo cual me permite relajarme observando el espectacular paisaje que me rodea mientras sorteamos los múltiples bloques de hielo que nos cruzamos.
Las conversaciones en el salón tras la comida tratan todas el mismo tema, la cantidad de Ballenas Minke Antárticas que hemos visto y su facilidad para verlas, fotografiarlas y filmarlas.
El staff de la expedición no nos da tregua, cosa que agradezco, el barco está navegando hasta una bahía cercana, sin darme tiempo a saborear el café nos avisan que hay que volver a prepararse, o lo que es lo mismo, pertrecharse adecuadamente para la salida de la tarde, pantalón de abrigo, pantalón impermeable, botas, anorak, pasamontañas, gorro, guantes y el obligatorio salvavidas, durillo trabajo, pero necesario si quiero aprovechar todas las oportunidades que me dan para gozar del viaje.